lunes, 22 de febrero de 2010

Ángel Caído

Ella camina
y despega los orzuelos de la tierra.
Anda con un pájaro en la garganta
que desayuna acordes de tango.
Le dobla la servilleta al sol,
le agrega un plato.

Puede beber sal
sobre la pizarra de una noche magra
y ganarle una sonrisa a dios.

Ella arruga sus alas de papel
se borda un hijo y lo acuna.

lunes, 1 de febrero de 2010

Expedición

Como muertos nuevos
caminamos sobre el linde del tablero.


Somos sílex en el acantilado
de una luz pobre.

Buscamos sin ojos
(el puente).
Tanteamos con los dedos roídos
cada agujero en el viento.
Alguien grita:
“Llegamos”.

Yo sólo huelo olvido.

La casa

Comiendo las migas del día
apoyada en el mantel a cuadros
converso con mi sombra, mis cristales,
las letras del anagrama.

Desde la ventana cuelga la vida
del gato negro
su mueca.

Nadie ve, pero él sabe
que la casa no está vacía
saturada de espectros
carcomida de invierno.

Mi cadáver y yo
tomamos té con la muerte
jugamos truco por un alma
que nos besa la boca
mientras se roba el as de espada.

Trabajo insano

Siempre al costado de la noche
queriendo correr un telón
de humo y de brocato.
Una soga roída que no alcanza
para gigante oficio:
montarle un surco al sol.

En cualquier rincón
y a cualquier precio:
Una puerta abierta desde el vacío a la eternidad.

Rescate

Trituro el sol
devoro enero,
perforo los paraguas de la noche.
Mastico los talones del mar
enhebro pupilas, adoquines, muelles.
Me pongo al hombro aquel humo de Nonino
desmayando lilas,
bajo la lluvia de Van Gogh


Acopio en mi morral las sortijas de estos siglos
y descalzo mi piel demorada
esperando frente a tanta nieve,
ver sangrar la herida.